Para que se dé la soldadura eléctrica se necesita calor, este calor se genera por medio de
una corriente eléctrica, que a su vez produce un arco entre el metal y el electrodo. La temperatura
generada oscila entre 4000 y 5000º C. Esta energía calorífica junto con la pieza de metal son
indispensable para que se genere la soldadura eléctrica, de tal forma que si se quiere generar más
calor es indispensable agregar más metal y no habrá aumento de la temperatura sin este aporte
adicional.
Una maquina simple de soldar está compuesta por dos terminales, uno de estos
terminales corresponden al electrodo y el otro a la tierra. El ciclo de la corriente se da través
del cable en donde está conectado el electrodo, el electrodo forma el arco y la corriente se
devuelve por el cable de tierra, cerrando de esta manera este ciclo.
En la soldadura eléctrica o soldadura electrógena, los metales que se van
a soldar tienen que estar presionados para que de esta manera hagan un buen contacto eléctrico y
así los electrodos hagan su función sin problemas. Cuando las piezas derretidas se unen la
corriente se apaga y el material fundido se endurece, creando una unión solida entre las dos partes
de metales.
La ventaja principal de esta técnica es la sencillez de su proceso, ya que no se
necesita de un ambiente o preparación especial para llevarse a cabo.
Otra ventaja de la
soldadura eléctrica
es la capacidad que tiene para evitar problemas ambientales o de entornos derivados de los excesos
de gases, la suciedad que se forma al unir los metales, o la contaminación atmosférica, entre
otros, en donde otros
tipos de soldadura
tendrían peores consecuencias ambientales.
La eficiencia y velocidad en el proceso es otra ventaja que caracteriza a la
soldadura eléctrica, en donde los intervalos de soldaduras son muy cortos, y permite pasar
rápidamente de un punto a otro. |